¿Qué es el Régimen de Sueldos y Salarios? Guía Práctica para Trabajadores
Para 2024, en México, aproximadamente 59 millones de personas cuentan con un empleo formal, pero a lo largo de nuestros 35 años de experiencia en el sector contable y fiscal, hemos notado que existe muy poco conocimiento sobre los impuestos y obligaciones fiscales que esto conlleva. Muchos trabajadores ni siquiera saben que existe un régimen fiscal que define las reglas para quienes reciben sueldos y salarios, y que les permite estar dentro de un marco legal y sobre todo asegurar un empleo formal.
Por eso, en este blog te explicaremos qué es el Régimen de Sueldos y Salarios, cuáles son las obligaciones fiscales que tienes como trabajador, qué deducciones puedes aprovechar y, por último, cuándo y cómo estás obligado a presentar tu declaración anual. Queremos ayudarte a comprender y cumplir con tus responsabilidades fiscales de manera fácil y efectiva. ¡Comencemos!
¿Qué es el Régimen de Sueldos y Salarios?
El Régimen de Sueldos y Salarios es el conjunto de disposiciones fiscales que regula el pago de impuestos para las personas que obtienen ingresos por su trabajo personal subordinado a un patrón, como empleados o trabajadores.
El Régimen de Sueldos y Salarios es una categoría fiscal dentro del sistema mexicano que aplica a todas las personas que reciben ingresos por prestar un servicio personal subordinado a un patrón, es decir, empleados que tienen una relación laboral formal con una empresa o persona. Los ingresos incluyen sueldos, salarios, prestaciones, gratificaciones, horas extras, comisiones, aguinaldo, primas vacacionales y cualquier otro pago derivado de la relación de trabajo.
Este régimen está regulado por la Ley del Impuesto Sobre la Renta (ISR), específicamente en el Título IV, Capítulo I, Artículos 94 a 99. En estos artículos se establece que el patrón está obligado a retener y enterar el impuesto correspondiente ante el SAT. Las retenciones que realiza el patrón se consideran como un pago provisional a cuenta del impuesto anual que debe cubrir el trabajador.
Obligaciones Fiscales en el Régimen de Sueldos y Salarios:
En el Régimen de Sueldos y Salarios, los trabajadores disfrutan de muchas facilidades, ya que en su mayoría, las obligaciones fiscales son gestionadas directamente por el patrón. Sin embargo, es fundamental que los empleados estén al tanto de que su patrón cumpla con estas responsabilidades, ya que en algunos casos ambos podrían ser sancionados por incumplimiento.
Aquí te dejamos las principales obligaciones dentro del régimen:
Inscribirse al RFC: Todo trabajador debe estar registrado en el Registro Federal de Contribuyentes (RFC).
Mantener actualizado el RFC: Si el cambias de domicilio o situación laboral, debes asegurarte de actualizar tu información en el RFC. Aunque el patrón puede asistir en este trámite, es responsabilidad del trabajador revisar que esté al día.
Recibos de nómina con desglose de retenciones: El patrón está obligado a emitir recibos de nómina timbrados que incluyan el desglose de las retenciones de ISR y otras deducciones aplicables. El trabajador debe asegurarse de recibir estos comprobantes para estar al tanto de los montos retenidos.
Pago periódico del ISR: Dependiendo de la frecuencia de pago del salario (diario, semanal, quincenal, o mensual), el patrón debe retener y enterar el Impuesto Sobre la Renta (ISR) ante el SAT. El trabajador debe verificar que sus retenciones sean correctas y que el patrón las haya efectuado.
Declaración anual: Aunque el patrón realiza las retenciones periódicas de ISR, en algunos casos, el trabajador está obligado a presentar una declaración anual. Esto es necesario si el empleado tiene ingresos adicionales o si desea aplicar deducciones personales, como gastos médicos, colegiaturas, o créditos hipotecarios.
Declaración Anual para Régimen de Sueldos y Salarios:
En el Régimen de Sueldos y Salarios, las facilidades para cumplir con las obligaciones fiscales son considerables, y una de las más destacadas es la presentación de la declaración anual. En la mayoría de los casos, el patrón es quien se encarga de hacer las retenciones de ISR y de presentar la declaración por el trabajador. Sin embargo, hay ciertos casos y requisitos donde el trabajador está obligado a presentarla por su cuenta.
Casos donde NO es necesario presentar declaración anual:
Si recibiste menos de $400,000 pesos en ingresos durante el año.
Si tuviste un solo patrón y no realizas actividades económicas adicionales.
Casos donde SÍ debes presentar declaración anual:
Si ganaste más de $400,000 pesos en el año: Aunque el patrón haga las retenciones, si superas este monto de ingresos, debes presentar tu declaración anual, a menos que haya sido con un solo patrón durante todo el año.
Si trabajaste para dos o más patrones: Aunque no hayas superado los $400,000 en ingresos, si tuviste más de un patrón en el año, estás obligado a presentar la declaración anual.
Si tienes otras fuentes de ingresos:
Arrendamiento (ingresos por rentar propiedades).
Honorarios (si además de ser asalariado das servicios profesionales).
Actividad empresarial (si además tienes un negocio propio).
Ingresos por jubilación, pensión, o liquidación: Si recibes ingresos por alguno de estos conceptos, también debes declarar.
¿Hay Deducciones en el Régimen de Sueldos y Salarios?
En el Régimen de Sueldos y Salarios, no todo es color de rosa. Lamentablemente, los asalariados no tienen la posibilidad de aplicar deducciones fiscales como lo hacen otros regímenes, lo que limita sus oportunidades de reducir la carga fiscal de manera significativa. Sin embargo, existe una excepción importante: en la declaración anual, el SAT permite a los contribuyentes deducir ciertos gastos personales, lo que puede reducir el impuesto anual y, en muchos casos, generar un saldo a favor.
Deducciones personales permitidas:
A pesar de las limitaciones, hay algunos gastos que el SAT admite como deducibles en la declaración anual, siempre y cuando cumplan con ciertos requisitos.
Gastos médicos y hospitalarios:
Incluyen pagos por honorarios a médicos, dentistas, psicólogos, nutriólogos, hospitales y enfermeras.
Deben ser pagados mediante tarjeta de crédito, débito o transferencia bancaria (no en efectivo).
Aplican solo para tratamientos de ti, tu cónyuge, hijos, padres y abuelos.
Colegios y educación:
Puedes deducir los pagos por colegiaturas de educación básica (preescolar, primaria, secundaria y preparatoria) en instituciones privadas.
Los pagos deben estar correctamente facturados y realizados de manera electrónica.
Intereses hipotecarios:
Solo puedes deducir los intereses reales pagados sobre tu crédito hipotecario, siempre que el valor de la vivienda no exceda 4.5 millones de UDIS.
La institución financiera te debe proporcionar la constancia de intereses deducibles.
Aportaciones complementarias a la Afore o planes personales de retiro:
Si realizas aportaciones voluntarias a tu Afore o un plan personal de retiro, estos montos pueden ser deducidos, lo que te permitirá reducir la base gravable de tu impuesto anual.
Primas de seguros de gastos médicos mayores:
Si pagas un seguro de gastos médicos mayores, los pagos por las primas son deducibles.
Donativos:
Las donaciones a instituciones autorizadas por el SAT son deducibles, pero están limitadas a un porcentaje de tus ingresos.
Requisitos generales para poder deducir estos gastos:
Pagos electrónicos: La mayoría de estos gastos deben haber sido pagados mediante tarjeta de crédito, débito, cheque o transferencia. No se permiten deducciones de pagos en efectivo.
Facturas: Todos los gastos deben estar debidamente facturados a tu nombre o al de tus dependientes económicos, y cumplir con los requisitos fiscales.
Topes máximos: Cada tipo de deducción tiene un límite máximo que se puede aplicar en la declaración anual.
Sabemos que a nadie nos gusta pagar impuestos, pero el Régimen de Sueldos y Salarios es uno de los más accesibles y sencillos que existen. Gracias a sus pocas obligaciones fiscales y el hecho de que la mayoría son responsabilidad del patrón, este régimen asegura un empleo formal con las contribuciones en regla. Sin embargo, es importante estar al tanto de que todo se esté haciendo correctamente, ya que esto puede evitar sanciones y facilitar el proceso fiscal.
Para estar seguros de que cumples con tus obligaciones y aprovechar al máximo tus deducciones, es fundamental contar con el apoyo de un contador profesional. En Grupo Altea, estamos aquí para ayudarte a simplificar tus impuestos y asegurar tu tranquilidad fiscal. ¡Te invitamos a cotizar nuestros servicios o solicitar asesoría personalizada! Solo da clic en el botón y estaremos encantados de apoyarte.
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